Historia de los buñuelos de calabacín, feta y espinaca
Estos buñuelos tienen sus raíces en la cocina mediterránea, sobre todo en la región griega . En Grecia, se conocen como kolokithokeftedes (¡intenta decirlo sin trabarte!). Se sirven tradicionalmente como parte de un meze, es decir, un surtido de pequeños platillos para picar, compartir y charlar.
La combinación de calabacín rallado, queso feta salado y espinacas frescas hace que estos buñuelos sean jugosos, sabrosos y un poquito crujientes . Y no puede faltar la salsita tzatziki de ajo: cremosa, fresca y con un toque de limón que hace bailar a tus papilas gustativas .
La leyenda cuenta que en la antigua Grecia, los filósofos (tipo Sócrates y Platón ) discutían sobre la virtud y el conocimiento mientras degustaban estos buñuelos. Así que, ¡prepárate para un banquete digno de dioses olímpicos!
Ingredientes para los buñuelos (4 porciones generosas)
Para los buñuelos:
2 calabacines medianos (unos 400 g)
100 g de espinacas frescas (o congeladas, pero bien escurridas)
150 g de queso feta desmoronado
1 huevo grande
3 cucharadas de harina de trigo (puedes sustituir por harina de garbanzo si quieres)
1 cucharadita de comino en polvo
1 pizca de nuez moscada
Sal y pimienta al gusto
Aceite de oliva para freír
Para el tzatziki de ajo:
200 g de yogur griego natural sin azúcar
1 pepino pequeño, rallado y escurrido
1 diente de ajo bien picado (o más si te gusta muy
1 cucharada de jugo de limón
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de eneldo fresco o seco (opcional)
Sal y pimienta al gusto
Paso a paso: ¡Manos a la obra!
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