Si abres una sandía y ves esto, ¡tírala!

La sandía es una de las frutas más refrescantes y populares, sobre todo durante los calurosos meses de verano. Es dulce, hidratante, rica en vitaminas y proporciona un aporte natural de energía. Gracias a su alto contenido en agua, la sandía actúa como diurético natural, ayudando al cuerpo a mantenerse fresco y a eliminar toxinas; una delicia perfecta cuando las temperaturas superan los 30 °C (86 °F).

Además, es económica, fácil de encontrar y se conserva durante varios días, lo que la convierte en una opción práctica para las familias. Sin embargo, aunque la sandía ofrece numerosos beneficios para la salud, no todas las sandías son seguras para el consumo.

🚨 Advertencia: Si ve esto dentro de su sandía, no la coma.

A veces, al cortar una sandía, puede que note grietas o huecos grandes en la pulpa. Al principio puede no parecer importante, ya que todavía huele y se ve fresca. Pero esta señal visual podría ser una advertencia.

❌ Grietas en la pulpa de la sandía: posible señal de estimulación química del crecimiento

Estas grietas internas podrían deberse a un producto químico para estimular el crecimiento conocido como forclorfenurón. Este químico se utiliza a veces para acelerar el tamaño y el crecimiento de frutas, incluida la sandía.

Si bien el forclorfenurón está permitido en algunos países bajo estrictas regulaciones, existen preocupaciones sobre sus posibles efectos a largo plazo en la salud humana. Algunos estudios han relacionado la exposición excesiva a este químico con posibles daños neurológicos e incluso riesgos de cáncer, aunque la evidencia concluyente aún se debate entre los expertos.

Como medida de precaución, es mejor evitar consumir sandía con grietas internas anormales, especialmente si presenta un olor extraño, una textura demasiado blanda o sabor a químico.

✅ Cómo elegir una sandía fresca y segura

Al comprar sandía, tenga en cuenta estos consejos para elegir la mejor:

Busque una mancha amarilla cremosa en el suelo; esto indica que está madura.

Elige una sandía pesada; una sandía jugosa se sentirá más pesada de lo que parece.

Revisa la cáscara: debe estar firme, lisa y sin golpes ni magulladuras.

Escucha si suena hueca al golpearla; ese sonido indica que está madura.

Observa las rayas: las rayas claras y oscuras alternadas, de dos dedos de ancho, son una buena señal.

🧊 Cómo mantener la sandía fresca

Ver continuación en la página siguiente