Consideremos este ejemplo: Un hombre publicó en internet: «Mi novia trajo esta cosa rara cuando nos mudamos juntos. ¿Qué es?». El objeto parecía sacado de un anuncio de madrugada: un objeto peculiar y misterioso que rápidamente se ganó un lugar destacado en su lista de «cosas raras».
Tras muchas conjeturas e indagaciones en internet, llegó la respuesta: «Es un ejercitador de abdominales». Concretamente, era un «Ejercitador de Abdominales Ergonómico y Compacto». Diseñado para fortalecer el abdomen y tonificarlo, este aparato de fitness por fin tenía sentido. Sin embargo, sin contexto, parecía un extraño artilugio de plástico, algo que fácilmente podría confundirse con chatarra o incluso con una escultura abstracta.