En España, sin embargo, el conocimiento sobre esta posibilidad todavía es limitado. Profesionales del ámbito odontológico coinciden en que se trata de una alternativa poco difundida entre la población general. Aun así, algunas clínicas ya ofrecen servicios de conservación de la pulpa dental, la parte interna del diente donde se concentran las células madre. Para muchos especialistas, se trata de una inversión a largo plazo, pensada no para resolver problemas inmediatos, sino para abrir una puerta a futuros tratamientos médicos.
El doctor Antonio Montero, presidente del Colegio de Odontólogos de Madrid, ha señalado que esta práctica representa claramente «una apuesta de futuro». No obstante, también advierte que no es accesible para todos los bolsillos. Los costos de conservación pueden variar considerablemente, con valores que oscilan entre los 600 y los 2.500 euros anuales, dependiendo del servicio y de las condiciones de almacenamiento. A pesar de ello, el interés crece de manera constante, impulsado por el avance de la ciencia y la búsqueda de soluciones médicas más personalizadas.