Mini Cheesecakes con Caramelo Brûlée

Preparación

  1. Triturá las galletitas y mezclalas con la manteca derretida. Colocá una cucharada en moldes individuales para muffins y presioná bien para formar la base. Llevá a la heladera mientras preparás el relleno.

  2. En un bol, batí el queso crema con el azúcar hasta que quede cremoso. Agregá los huevos de a uno, luego la crema, la vainilla y la ralladura de limón. Mezclá hasta integrar.

  3. Verté la mezcla sobre las bases de galleta. Colocá los moldes dentro de una fuente con agua caliente (baño María) y horneá a 160 °C por 35 a 40 minutos, hasta que los bordes estén firmes.

  4. Retirá del horno y dejá enfriar. Luego refrigerá por al menos 4 horas para que tomen consistencia.

  5. Prepará el caramelo calentando el azúcar con el agua hasta obtener un color dorado. Dejá entibiar y verté una capa fina sobre cada mini cheesecake.

  6. Dejá enfriar hasta que el caramelo endurezca. Si querés un toque tipo brûlée, pasá suavemente un soplete por la superficie antes de servir.

Tips y consejos:

  • Si querés un sabor más intenso, podés usar azúcar rubia o mascabo para el caramelo, lo que le dará un tono más oscuro y un aroma más profundo.

  • Para que la base quede bien crocante, podés hornearla sola durante 5 minutos antes de agregar el relleno.

  • Si no tenés soplete, podés espolvorear azúcar por encima y llevar los mini cheesecakes al horno bien caliente durante un minuto para caramelizar la superficie.

  • Agregar una pizca de sal al caramelo realza su sabor y contrasta con el dulzor del postre.

  • Para un resultado más aireado, batí la mezcla del relleno a velocidad baja y evitá incorporar demasiado aire, así no se agrieta al hornear.

  • Podés reemplazar parte del queso crema por ricota para lograr una textura más ligera.

  • Si te gusta el contraste de temperaturas, servilos fríos con una fina capa de caramelo recién derretido por encima.

  • Para una versión diferente, colocá una base de brownie o galletitas de chocolate en lugar de vainilla.

  • Decorá con pistachos picados, trocitos de caramelo o un poco de crema batida para un toque más vistoso.

  • Este postre también se puede preparar con moldes de silicona: facilita el desmolde y evita que se rompan al sacarlos.

Suaves, cremosos y con ese brillo irresistible del caramelo, estos mini cheesecakes con toque brûlée son un postre que combina lo clásico y lo moderno, perfecto para cualquier ocasión especial.