Más de 200 personas mueren cada año por el "alimento más letal del mundo", pero casi 500 millones aún lo consumen.

¿Por qué tanta gente la sigue consumiendo?

A pesar de los riesgos, la yuca es fundamental para la seguridad alimentaria en muchas partes del mundo porque:

Crece en suelos pobres y climas adversos donde otros cultivos no prosperan.

Es de alto rendimiento y bajo costo.

Se puede almacenar bajo tierra durante meses, sirviendo como reserva en caso de hambruna.

Es increíblemente versátil: se utiliza en pan, gachas, cerveza y productos industriales.

Para millones de personas, la yuca no es una opción, sino una necesidad.

Esfuerzos para hacer la yuca más segura

Científicos y organizaciones agrícolas trabajan para reducir los riesgos:

Desarrollo de variedades con bajo contenido de cianuro: se están introduciendo cepas biofortificadas y más seguras.

Promoción de la educación sobre el procesamiento: se enseñan a las comunidades técnicas de preparación seguras.

Desarrollo de kits rápidos para la detección de cianuro: para verificar la seguridad antes del consumo.

En Nigeria, el mayor productor mundial de yuca, los programas gubernamentales promueven el procesamiento industrial para garantizar productos de yuca más seguros y producidos en masa.

Reflexiones finales: Un alimento de contradicciones
La yuca es una paradoja: un alimento que da vida y que también puede quitarla. Alimenta a quinientos millones de personas, pero mata a más de doscientas cada año. Es un símbolo de resiliencia, pero también de vulnerabilidad.

La tragedia no es que la gente coma yuca, sino que demasiadas personas se vean obligadas a comerla sin los medios para prepararla de forma segura.

Así que la próxima vez que disfrutes de un pudín de tapioca o un plato de fufu, recuerda:

Esta humilde raíz es más que un alimento.

Es una historia de supervivencia, cultura y la importancia crucial de la seguridad alimentaria.

Respeta el poder de la yuca y el conocimiento que evita que se convierta en veneno.