Cómo hacer rosquitas fritas caseras con azúcar y canela

  • Sumá la sal, el polvo de hornear y comenzá a incorporar la harina de a poco, hasta formar una masa blanda, pero que no se pegue en las manos.

  • Estirá la masa sobre la mesada enharinada hasta que tenga un espesor de 1 cm aproximadamente.

  • Cortá tiras de unos 10 cm y haceles un corte en el centro para formar una trenza o torzada.

  • Calentá abundante aceite a temperatura media y freí las rosquitas de a pocas por vez, dorándolas de ambos lados.

  • Retiralas con espumadera y dejalas escurrir sobre papel absorbente.

  • En caliente, pasalas por una mezcla de azúcar y canela.

Consejos:

  • Si querés que queden más suaves, podés reemplazar la manteca por crema.

  • El vinagre ayuda a que la masa no absorba tanto aceite, por eso no lo omitas.

  • La canela es opcional, pero le da un sabor espectacular. También podés usar azúcar impalpable.

  • No frías con el aceite muy caliente porque se doran rápido por fuera y quedan crudas por dentro.

  • Para conservarlas, guardalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente.

  • Podés hacer la masa con anterioridad y dejarla tapada en la heladera hasta el momento de estirar y freír.

  • Si querés una opción con menos aceite, podés cocinarlas al horno, aunque pierden algo de crocancia.

Estas rosquitas son perfectas para compartir una tarde fresca, acompañadas de mate, té o café con leche.

Una receta fácil, rendidora y que siempre queda bien.